Los profesores creen que la sociedad no valora su profesión

Según revela el estudio TALIS, promovido por la OCDE y que analiza el entorno de enseñanza y aprendizaje en 200 centros educativos de más de 30 países, menos de uno de cada tres profesores encuestados considera que la profesión docente es valorada por la sociedad. Pese a este dato, la gran mayoría de ellos señala estar contento con su trabajo.

Hasta hace relativamente poco, la labor docente estaba muy bien valorada por la sociedad. Ser profesor otorgaba un estatus especial. El docente disponía de autoridad en el aula tanto ante los estudiantes como ante los padres del alumnado. Sin embargo, hoy parece haber perdido esa autoridad y reconocimiento que se había ganado a base de su dedicación y esfuerzo.

No es que se haya pasado de un extremo a otro, pero sí que existe un sentir generalizado de que la profesión docente no se ve como antes. Así lo demuestra el citado estudio que señala que más de dos de cada tres profesores encuestados consideran que su profesión no es valorada por la sociedad.

Desde luego, es un dato que invita a pensar pues esta percepción de la profesión podría afectar al número y calidad de los candidatos dispuestos a acceder a la enseñanza, así como a las tasas de profesores en activo que deciden continuar en su profesión. Con ese sentir generalizado, ¿apetece acceder o continuar en dicha profesión?

Tal vez todo sea cuestión de la vocación que se tenga. Pues, pese a que la mayoría de los profesores ha manifestado sentir que su profesión no es valorada por la sociedad, confiesan sentirse satisfechos con su trabajo, con su rendimiento en el centro educativo e incluso recomendarían su actual centro como un buen lugar para trabajar. Otro dato interesante es que la mayoría también sostiene que las ventajas de ser docente superan claramente a las desventajas y que si pudieran volver a elegir, volverían a trabajar como docentes.

La satisfacción de los docentes puede incidir también en los estudiantes, ya que un profesor más satisfecho tiende a estar más motivado a mejorar y ofrecer una buena enseñanza. Además, la participación en la toma de decisiones, la colaboración de los profesores y una relación estudiante-profesor positiva ayuda a crear un mejor clima de trabajo y, lo que es más importante, mejorar la calidad educativa. Otro aspecto también importante sería la necesidad de generar medidas que ayuden a mejorar la valoración que se tiene de la profesión docente.